lunes, 27 de septiembre de 2010

Downtown

Dame un lugar para esconderme. Un lugar vacio de gente. De emociones. De sobresaltos, dame un lugar para pensar y te dare lo que quieras. Lo prometo.
Solo necesito salir de aquí de una ciudad que sabe a añejo. Que me atrapa. Me señala y me hace enloquecer.
No quiero más consejos, ni más quebraderos de cabeza. Solo quiero estar tranquilo.

Se acabaron los roces. Las miradas furtivas, la mente divagando y los roces en secreto. Se termino porque yo lo quise. Porque no es sano. Y sobre todo por que duele. Y si duele es por que hay una herida. Que tendré que reparar. Y no sé como hacerlo.
Ya no hay tiempo para ser perdido. Ni voluntad para perderlo.
Y tal vez lo que deseo es demasiado para ser cierto. Tal vez

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