domingo, 12 de abril de 2009

La canción de aquel momento


¿Os habeís preguntado alguna vez cómo sería vuestra vida sin vosotros?

Sé que puede parecer una pregunta estúpida, sacada de alguna película de Isabel Coixet, pero ¿cuántos os la habeís hecho?
Si nunca os la habeís hecho probar a hacerla en uno de esos días de bajon, seguro que os levanta la moral porque semamos sinceros:
todos somos temporales pero imprescindibles.
Aunque parezca una tonteria si uno de nosotros por ejemplo hubiera elegído otra carrera muchos de sus amigos de clase igual ni se hablarian entre ellos porque faltaba un nexo de unión. O si no hubieramos discutido con tal o con cual persona nunca hubieramos aprendido algo que hoy para nosotros es muy importante.
Son sólo ejemplos, dos situaciones entre las miles que pueden darse a lo largo de nuestra vida.


A partir de ahora, cuando estes triste recuerda, que aunque no salgas en ninguna enciclopedia, que aunque tu nombre no vaya a aparecer en los libros de Historia del mundo contemporaneo, que aunque tu foto no vaya a estar en la portada de ninguna revista, eres muy imprtante, tal vez especial o único, no para el mundo (aunque tal vez si, eso yo no puedo evaluarlo) sino para las personas reales, las que están ahí todos los días, las que ves casi a diario y con las que has compartido esperiencias y charlas.
En definitiva eres imprescindible.


También es verdad que nos pasamos la vida búscando a una persona que sea más especial que el resto, alguien que destaque entre la multitud, alguien porque quien estaríamos dispuestos ha hacer cosas que no haríamos por el resto de las personas que conocemos, pero es que no todos somos igual de importantes para todos.
Siempre, por poco que nos guste, existen los favoritos y todos en la vida tenemos algun/a favorit@, aunque el/la favorit@ no siempre es la misma persona, el titulo cambia con el tiempo.







Buscando a alguien para darle el titulo de favorit@.

1 comentario:

  1. También es verdad que nos pasamos la vida tratando de olvidar a esa persona que es más especial que el resto, esa que destaca entre la multitud, esa por la que haces cosas que por el resto no harías, para esa que tú no eres igual de importante.

    Pero recapacitando de nuevo en mis palabras, y en mis actos, nos pasamos la vida buscando y olvidando.
    Hay que dejarse llevar, hay que sentir, hay que vivir.

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