Nadie es perfecto. Eso lo sé. Todos nacemos con algún defecto de fabrica que intentamos ocultar o al que ignoramos pero siempre está ahí y no podemos negarlo.
Una de las mias es que dejo entrar a la gente en mi vida. Empiezo desconfiando. Alejandome. Mateniendo las distancias. Pero con el tiempo me hago flexible, dejo pasar a la gente. Pero eso no es lo malo. Cuando alguien nuevo entra le cuento todo, mis problemas, mis temores, mis esperanzas, mis miedos. PAso de estar hermético a ser extrovertido.
Muchas personsa acaban quedandose en mi vida, ayudandome y siendo ayudados, pero muchas otras entran, ven y salen.
Vuelvo a sufrir, y vuelvo al principio de un ciclo que no me hace ningun bien. Pero si no me arrisgo y dejo entrar a la gente, jamas vere lo que pierdo.
Arriesgandome.
Vaya, eso me suena...mucho!
ResponderEliminarsolo tu decides quien entra en tu vida,tienes reservado el derecho a decidirlo..
Hay puerta cerradas a cal y canto. Puertas sin el pestillo pasado. Puertas entreabiertas y puertas abiertas de par en par. Pero todas están así porque sus dueños lo han decidido.
Por epocas, eres tremendamente confiado y jamas miras por la mirilla cuando llaman a tu puerta. Adelante, sin requisitos. Menos mal que algunos de los visitantes se van sin esfuerzo. No hay que echarlos que ya se van ellos solos.
Otras veces, no abres ni aunque llamen mil veces. Ni aunque te asomes a la mirilla y veas que es alguien semiconocido. Te ha dado por ahi. Quieres estar sol@ y que nadie te moleste. Que es eso de llamar a estas horas? No ves que no son horas!. FUERA!
Pero los extremos son las excepciones. La mayor parte de las veces, seleccionas, tienes tus propios criterios, o no, de entrada, abres y enseñas la nube de tu cabeza amablemente, para acabar sentados comodamente en un cojin tomando un cafe. Y luego, luego ya veremos.
Como dice siempre un amiga:
"Veremos mi nube poco a poco, a mi ritmo, pero cada rincon, cada objeto, cada foto, cada libro,cada cancion cada todo que enseñe tiene su significado para mi, y si los compartaimos, que alegría, porque sin duda, personilla invitada, soy afortunada de que entres en mi humilde morada"