lunes, 26 de octubre de 2009

Everyday i love you less and less

Espejos. Son el objeto más cruel que existe. Te devuelven tu reflejo cuando menos lo necesitas o cuando ni tan siquiera lo esperas. Pero lo malo no es ver tu reflejo, es ver que esta sólo, que el único reflejo es el tuyo.

De repente, un sábado te descubres en casa, sin ganas de salir, sin ganas de conocer gente o sin ganas tan siquiera de moverte de la cama. Te descubres viendo fotos de gente enamorada a orillas del mar o profesándose amor eterno. Y sin saber como te imaginas el futuro, un futuro donde sigues sólo, sin nadie que te arrope por las noches, rodeado de gatos y con dos espantosas figuras de los amantes de porcelana en el mueble del comedor.
Y vuelves a la realidad, o a una realidad más cercana, donde haces que las visitas en las redes sociales de las personas de las que un día te creiste enamorado se disparen. Revisando las fotos con la esperanza de encontrar algo que te de las fuerzas para seguir. Para engañarte a ti mismo. Porque es la forma para poder conseguir un futuro sin pelos de gato en el sofá y sin casas recargadas de figuras de porcela.

Pero si eres fuerte descubriras que la vida es algo más no sólo recuerdos y amor. Hay amistad, hay un presente por vivir, una carrera que terminar o tal vez un siple dibujo que queramos hacer. Pero sea como sea siempre encontramos la forma, no de seguir si no de vivir. Y vivir disfrutándo del momento y de las personas que nos rodean. Es algo que no podemos olvidar y ya nos lo dijo BP ser felices haciendo felices a los demás.


Sin embargo el reflejo es más dificil, porque no solo refleja nuestra cara, refleja nuestros defectos, esos que cada vez se hacen más patentes, que cada vez crecen más, nos invaden y no dejan que veamos nuestras virtudes. A veces la opresión que nos hacen es insoportable y no hay trucos para aliviarla, tal vez sea imposible. Tal vez nos persiga para siempre. Pero lo que es seguro es que nuestro reflejo no desaparecerá siempre nos perseguirá como un stigma y tendremos que convivir con él.


Tapando con telas todos los espejos.

domingo, 18 de octubre de 2009

Deny, denny, denny


¿Sabes?
A veces no es fácil continuar. A veces es dificil saber lo que se quiere. A veces las dudas no dejan que concilies el sueño o que sigas adelante con tus planes o que focalices en lo que tienes delante.

La clave para superarlo es negar, negar lo que sentimos, negar que no podemos seguir o negar que no sabemos cómo hacerlo. Y sobre todo no hacer caso a esa gente que viene a decirnos que después de la tormenta viene la calma, que lo que no te mata te hace más fuerte, porque es mentira. Lo que no te mata te hiere.

Cuando negamos lo que sentimos nos herimos. A veces existe una pequeña conexión entre la persona por la que sentimos algo y nosotros, y cuando esa conexión se rope acabamos de zozobrar, nos quedamos tirados, esperando bajo la lluvia a que se acabe, a que deje de llover, pero a veces, la conexión da un último chispazo haciéndonos recordar, haciendo que terminemos de ahogarnos, haciéndo que todo por lo que habiamos luchado se hunda, y nos arrastre.



Escribiendo cosas sin sentido para poder negar.

lunes, 5 de octubre de 2009

I put a spell on you

Hoy es otra de esas noches en las que prentendes escribir. Una de esas noches en las que piensas que has desaprovechado la tarde e intentas escribir algo para compensarlo. La noche de uno de esos días que pasan sin pena ni gloria. Que pasan porque tienen que pasar.
Pasan recordando dias mejores o esperando que vuelvan las noches pucelanas rodeado de gente maravillosa, de ideales que flotan en el aire, de esperanza ayudándonos a seguir, de emociones nuevas u olvidadas que nos ponen los pelos de punta.
De canciones estremecedoras. Canciones que parecen hechizadas y nos atrapan, nos dejan en un momento. Nos envuelven en un sueño maravilloso. Sueños que se quedan atrapados en nuestras almohadas. Y almohadas que si pudieran hablar desvelarían al mundo entero nuestros más ocultos sueños, nuestras más temidas pesadillas y los secretos más oscuros.
Y es que hasta el hombre más fuerte del mundo tiene sueños. Pero también tiene miedos y esperanzas. Y es que si su almohada pudiera hablar sería su peor enemigo. Ella nos contaría que tienen las preocupaciones de un hombre cualquiera y sus mismas debilidades.
Si de vez en cuando nos preocuparamos por escuchar las almohadas de los demás, descubriríamos que el más fuerte de los hombres y el más debil de ellos apenas se diferenciarían.
Y es que si en vez de fijarnos en el cómo es o en el cuánto tienen el otro nos preocuparamos de sus sueños o del cómo está todos viviríamos más felices. Estaríamos más contentos y tirariamos menos días desperdiciados.







Escuchando almohadas.

jueves, 1 de octubre de 2009

Se acabo

Nos esforzamos cada dia, a cada segundo. Nos esforzamos por levantarnos, por mantener los ojos abiertos y nos esforzamos por no quedarnos dormidos en clase.

Pero cuando más nos esforzamos es para liarnos los sentimientos. Nos pasamos largas horas pensando que es lo que piensan de nosotros, que porque te dijo eso la chica de la tercera fila a la izquieda, o porque te miro la chica de recepción. Tal vez la respuesta a todas esas incógnitas no sea otra que la más simple. La que hemos tenido delante todo este tiempo.
Pero por mucho que las encuestas de Europa digan, somos personas trabajadoras, nos gusta trabajar en cosas inútiles, perder el tiempo y acabar liando todo tantoq ue no sabremos ni por donde hemos empezado...


Yo ya no me lio mas. SE acabo