domingo, 13 de mayo de 2012

Entre las flores del campo


Sueño. sueño de una noche de verano. Sueño con que vengas a buscarme al trabajo, me des un beso a escondidas. En la trastienda. Me preguntes que voy a hacer cuando salga y cuando te conteste que nada me invites a quedar. Dar un paseo, tomar una copa y tirarnos en el césped. Hablar de futuro. descansar los pies del largo dia de trabajo. Irnos a tu casa. tumbarnos en la cama y burlar por un rato la soledad. Respirar hondo. No pensar. Dormir y despertar. Volver a la rutina y echarte de menos. Trabajar y estar cansado. Quedar con mis amigos e ir al cine. Cuando el día de trabajo te deja extenuado y tu mente no da para entender más de dos palabras seguidas en una conversación, cuesta seguir el hilo de tus pensamientos. Al llegar a casa y pasar por la ducha el mundo se revela por un momento más claro. Cuando consigues esos minutos de reflexión te das cuenta de que los días pasan y no en vano. Engañar a la soledad en brazos de alguien se convierte en tu prioridad y casi en la obsesión que dicta tus días. La vida se trata de crecer y cambiar. Pero cuando cambias y tu figura ya no encaja en la pieza que eras antes, todo se vuelve más difícil. Lo que te lleva a un total abandono, llegando a cometer auténticas locuras en pos de un poco de compañia. Se abren los filtros y se cierra la moral.

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