A veces el silencio es nuestra mejor arma. A veces no hablar es mucho más sentato que decir algo. A veces tenemos tantas ganas de hablar y tantas cosas que contar que nos saturamos y nos es imposible articular frases coherente que nos permitan comunicarnos.
Otras veces tenemos las cosas tan claras pero tenemos tanto miedo a lo que pueda sucer que decidimos mantenernos callados y sin molestar. Pero todo eso que almacenamos en nuestro interior y que decidimos no comunicar, sigue ahi y no desaparece por mucho que nos esforcemos en empujarlo hacia abajo. Nos ejerce un presion que es inaguantable y hace que nos hundamos y nos sea imposible levantarnos.
Pero con el tiempo nos acostumbramos a la carga y se hace menos pesado. Con el tiempo y solo con eltiempo el peso desaparecera, podremos sacar la cabeza fuera del agua y seguir con nuestras vidas. Pero si el peso desaparece lo que lo origino no, nos seguira durante mucho tiempo, tal vez toda la vida, pero ya no será una carga sino una parte de nosotros que debemos admitir y llevar.
Escondiendo cosas que no me pesan
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