Entramos en la época de examenes. Una época en la que todo está minuciosamente preparado. Minuciosamente dispuesto para estudiar y centrarte en tu futuro. Pero no me gusta pensar en el futuro. No me gustan las cosas milimetradas. Prefiero improvisar. Prefiero sentirme como un músico de jazz antes que un minucioso matemático.
Prefiero dejar la estadística para otros y pensar en lo que realmente me preocupa. Lo que me asusta. Y es que solo me asusta lo que conozco. No puede darme miedo el futuro (o por lo menos no el lejano). Me dan miedo muchas cosas. Pero prefiero no pensar en ello. Aunque el miedo a equivocarme a veces hace que no tenga ganas de levantarme de la cama.
Ahora prefiero pensar en cosas bonitas. En acabar los examenes. En viajar. Y no pensar más en ti porque bastante lio tengo yo ya en la cabeza.
No quiero vacaciones, porque no me dejan relajarme. Me obligan a pensar. Quiero actividad. Quiero hacer cursos, ir a clase... pero no quiero pensar. Me abruma. Hay tantas cosas en mi cabeza que casi no puedo ni expresarlas, ni siquiera se lo que es....
Lalalalalalalallalalalalaalalalalalalalla (cantar por no pensar)
viernes, 28 de agosto de 2009
miércoles, 26 de agosto de 2009
Canción para ligar (o para que no me dejes)
Son sólo palabras, sabes que es todo lo que necesito. Palabras que hacen frases. Frases que me permiten hablarte. Que me permiten hablar. Expresar. Palabras sin sentido que afloran de algun sitio, algun sitio dentro de mi que no conozco, que no sé dónde está ni cómo llego a él. Tal vez sean trozos de canción que mi mente decidio guardar para volverlas a exponer como creación suya. Tal vez sea una fuerza interna desesperada por hablar. Desesperada por decir que está ahí y que necesita hacerse un hueco en la eternidad. Tal vez sea simplemente que no son horas. Que es mejor irse a la cama y no pensar. Dormir. Soñar. Olvidar mi presencia, mi eter. Adoptar otros.
Puede que sea por escuchar a Leonard Cohen o por leer a Virgina Wolf. Puede que fuera Goytisolo y sus palabras para Julia, los culpables de mi falta de sueño. Los responsables de hacerme pensar, hablar y escibir. Puede que sean mis ganas de libertad. Puede que sea el miedo que tengo a la eternidad. A no ver todo lo que quisiera. A no leer a los grandes autores que dejaron su obra para la posteridad. Puede que sea todo esto o algo que no alcanzo a comprender. Pero aquí estoy yo. Pensándo, escribiendo sin motivo ninguno. Sin ninguna motivación. Sin ningún tema aparente pero con mucho que escribir.
Podría echarte la culpa. Decir que es por ti por quien no concilo el sueño. Pero estaría mintiendo. No hay un por ti. Ya no tengo un por ti. En su día lo tube pero ya no. Tal vez algun día lo vuelva a tener pero ahora no. Tampoco lo necesito. Realmente no se lo que necesito. Tal vez sólo tenga que hablar. O escuchar. O escribir.
Ahora siento miedo porque no sé a donde pertenezco. Poruqe no se a quien pertenezco, y mal que me pese tengo ganas de poder pertenecer a alguien. Porque no sé si estoy haciendo las cosas bien. Poruqe me da miedo la enormidad. Me asusta el futuro. Pero sé que puedo hacerle frente. Sé que lo haré y saldré ganando. Pero sé que te necesito cerca. Que me agarres al caer. Que te vea cuando me aleje. Pero necesito verte. Sabrer quien eres. Saber cómo eres. Notar tu piel y distinguirla entre otras. Perderme en tus ojos. Besar tus labios. Sentir tu abrazo y echarlo de menos.
Pero sé que la vida da muchas vueltas. Que ahora no te veo pero ya lo haré. Que algún día nos perderemos por las calles nubladas de Londres. Que me hablaras en francés cuando te lo pida. Que por la noche me acariciarás el pelo. Que me besarás al levantar. Que me perderé entre tu anatomía. Que el centro de mi mundo estará en alguna parte perdida de tu cuerpo. Que me recuperaré de las heridas del viaje con tu tacto. Que me calentarás los pies cuando haga frio. Que soportaras mis pequeñas virtudes y mis grandes defectos. Que tomaremos el café acurrucados bajo dos mantas. Una de estrellas y la otra de lana. Que la Luna te iluminará la esplada cuando me beses por la noche.
Son sólo ilusiones, sueños pero sabes que es todo lo que necesito. Poruqe aunque de la ilusión no se vive, te hace la vida más llevadera. Poruqe tú de momento no puedes hacer que lo sea. Que aunque aún no te conozco sigo escribiendote. Sientiendome como un niño de quinceaños que se ilusiona con un amor platónico. Y escribo aunque no sabía que escribir. Y no escribía para ti. Pero la mente humana es así. Le das la libertad y te lo paga haciendote hablar de cosas que no sabías que necesitabas hacer. Pero ya me conocerás.
Descubriras que fallo. Que soy inseguro. Me pierdo con facilidad. Maduro como el que más a la vez que el mayor de los inmaduros. Serio y alegre. Prudente y descuidado. Ordenado y un desastre. Que a veces no callo y otras no hablo. Pero soy así. Incoherente. Sin autoestima. Sobrevalorado por la gente que me importa. Infravalorado por algunos. Pequeños remates que me hacen único, como tú.
Escribiría divulgando tus encantos pero no puedo. Poruqe todavía no te me has descubierto. Sigues en la penumbra. Susurrándome eso de je t´aime al oido. Muy bajito. Pero muy sólido.
Tal vez debería dejar de escribir porque corro el riesgo de que esto sea leido. De ser descubierto. Y es que nunca me gusto hablar de lo que siento y mucho menos escribirlo. Pero no puedo pensar. Mis ideas van a mis dedos sin pasar por mi cerebro. No lo proceso, ni lo pienso. Solo escribo. Intento no releer para no sentirme estúpido. Para no avergonzarme. Para no sentir esa ansiedad que se siente cuando coges a alguie por primera vez de la mano y temes que os vean porque para ti, en ese momento, es el más impuro de los actos. Con el tiempo descubrirás otros peores y perderas la vergüenza. Hasta cierto punto. Descubriras que dormin con alguien en la misma cama desnudos es el más impuro de los actos pero te sentirás agusto. Sentiras que has crecido. Y es que todos queremos crecer por el sexo. Pero no compensa si descubres que con él llegan las responsabilidades. Que una vez que lo descubres pierdes para siempre la inocencia. Y no hay vuelta atrás.
Pero cuando descubres a esa persona que hace que el corazón sufra de taquicardia cada vez que la ves pasar, asumes todas tus responsabilidades. Asumes todo lo que venga. No sólo por el sexo sino porue has descubierto a esa persona que pensabas sólo existía en los cuentos de hadas. A la persona con la que te dispones a pasar la mayor parte de tu vida.
Esa persona que te hará vivir momentos preciosos pero te hará llorar. Yo sólo quiero que me hagas llorar para que me consueles. Para dormir entre tus brazos. Para hacerme una fortaleza entre ellos y que nada pueda pasarme allí. Para conquistarte a besos. Para ponerme meloso entre ellos sin sentirme débil por ello. Para que me deleites con versos de esos de película que en otros momentos sonarían estúpidos. Para que me defiendas de los monstruos.
No te pido amor eterno ni incondicional. No quiero ser tan egoista. Te dejaré ver a otros. Que los esposes al cabecero de la cama. Pero quiero pedirte que solo me ames a mi. Juega con ellos y diviertete. No creo en el amor. No en el amor que la sociedad nos ha enseñado lo que es. Creo en otro tipo de amor. Más dificil. Más bonito. Más sincero. Más duro aunqeu valga la pena llorar por él. Pero al fin y al cabo amor.
No sé abrazar sin sentirme incómodo. Asi que tendrás que enseñarme. Y si dicén que el amor es duro conmigo mil veces más. De pequeño me enseñaron a compartir los juguetes, las chucherías y el dinero. Pero no me enseñaron a compartir ni expresar sentimientos. Tendrás que enseñarme. Dárme clases de apoyo. Pues auqneu soy listo no lo soy tanto. Y quiero ponerme al día en eso de saber querer.
Tengo que pedirte que no tardes mucho más en aparecer. Porque aún soy muy jóven te necesito a mi lado. Necisto que tu olor me recuerde que estoy protegido por alguien. Necesito sentir la seguridad que sólo alguien como tú puede darme. Y aún no te conozco.
No soy muy exigente. No escribiré una carta como los niños de Mery Poppins con todo lo que desearía que tubieras. Tan sólo te pediré cariño y comprensión.
Perdoname cuando te haga daño y sé que te lo haré aunque no lo quiera. Pero a veces hago sufrir a las personas que más me quieren sin motivo ninguno. Pero soy así me alejo cuando quiero acercarme. Ya me han hecho daño alguna vez. pero perdono facilmente (tal vez demasiado facil) pero como dijo Ruíz-Zafón "lo bueno de los corazones rotos es que solo pueden romperse una vez, el resto son rasgullos".
Caminaré en tus zapatos aunqeu me hagan heridas. Pero de vez en cuando camina tu en los mios. No dirás que no te aviso. Soy dificil. Pero intentaré hacerme más fácil si así estas cerca de mi.
Empecé diciendo que no sabía de que escribir. Ahora que ya sé lo que escribir me deja la inspiración. Las palabras ya no afloran por si solas. Asi que tendre que citar a Neruda y decirte que puedo escribirte los textos más tristes esta noche. Escribir por ejemplo que ya no la tengo. Aunque para el caso no nos sirve porque nunca te he tenido. Puedo esperar que venga esa voz estraña que me dice sin decir lo que escribirte. Pero estoy escuchando a Christina Rosenvinge asi que si viene a susurrar tal vez no la oiga. Tal vez me este susurrando a voces. Por mucho que ahora intento escucharme no puedo y solo se me ocurren imagenes prototipicas de noches de luna llena, con la temperatura perfecta al lado de un lago. Pero son escenas que no me gustam escenas que no quiero para mi en el futuro contigo.
Es hora de empezar a despedirse poruqe no son horas para andar escribiendo cosas como estas. Tan personales. Tan sentimentales. Tan impopias de mi como un achucón a una persona a la que amo. Que mañana hay que madrugar y no tendré tiempo para enfrascarme en cartas como esta. Que mañan la leeré y me parecera estúpida. Me sentire enfermo por escribir estas cosas. Me sentiré débil y magullable. La única forma de no sentirme asi es estar entre tus brazos. Pero no estas. No puedo fundirme entre ellos con la ilusión de que nada de lo que hay fuera de ellos me afecta. Asi que tendré que consolarme pensando que no habrá mucha gente que lea esto. Que es muy largo y la gente de hoy en día no tiene tiempo para estas niñeces. Y es que hoy en día nadie tiene tiempo para nada. Ni yo mismo. Aunque cuando te presentes pararé el reloj. Así no podremos contar las horas que estamos juntos. Poruqe eso dará igual.
Si la gente dice que es dificil declararle el amor a una persona que prueben a hacerlo a alguien a quien aun no conocen, o con alguien con quien no se esperan tener una de esas historias tan bonitas. Es diez veces más dificil. Y si encima no sabes que poner pero te lias a escribir sin pensar y sin saber que estas escribiendo más dificil todavia. Esto empieza a parcerse al "que apostamos" y Ramonchu y Ana García Obregón nunca han sido referentes para mi. Asi que es el momento antes de que esto siga empeorando y acabe con el azucar por las nubes de dejar de escribir. Y ya me duele el cuello y se me cansa la vista. Asi que parezco diez años más mayor. Y quiero conservarme infinitamente guapo (bueno hasta el infinito que puedo ser de guapo sin hacerme varias operaciones estéticas) para los momentos que comparta contigo. Para las fotos atipicas en la vida real pero recurrentes en las series de televisión de la parejita abrazada enmarcada en un marco de plata. Para cuando me presentes en familia. Para los videos de bodas, bautizos y comuniones. Para que te sepas mi anatomia facial como el abecedario (a,b,c,d,e...). Para chocar nuestras narices cuando estemos románticos. Para que te enamores de mi a primera vista y asi no te de tiempo a descubrir mis fallos de imprenta. Y sobre todo para ti.
Los cuatro angelitos que cuidan mi cama empiezan a dormirse y les molesta el sonido del tecleo asi que es la hora de decir hasta pronto, hasta que este entre tus brazos.
Puede que sea por escuchar a Leonard Cohen o por leer a Virgina Wolf. Puede que fuera Goytisolo y sus palabras para Julia, los culpables de mi falta de sueño. Los responsables de hacerme pensar, hablar y escibir. Puede que sean mis ganas de libertad. Puede que sea el miedo que tengo a la eternidad. A no ver todo lo que quisiera. A no leer a los grandes autores que dejaron su obra para la posteridad. Puede que sea todo esto o algo que no alcanzo a comprender. Pero aquí estoy yo. Pensándo, escribiendo sin motivo ninguno. Sin ninguna motivación. Sin ningún tema aparente pero con mucho que escribir.
Podría echarte la culpa. Decir que es por ti por quien no concilo el sueño. Pero estaría mintiendo. No hay un por ti. Ya no tengo un por ti. En su día lo tube pero ya no. Tal vez algun día lo vuelva a tener pero ahora no. Tampoco lo necesito. Realmente no se lo que necesito. Tal vez sólo tenga que hablar. O escuchar. O escribir.
Ahora siento miedo porque no sé a donde pertenezco. Poruqe no se a quien pertenezco, y mal que me pese tengo ganas de poder pertenecer a alguien. Porque no sé si estoy haciendo las cosas bien. Poruqe me da miedo la enormidad. Me asusta el futuro. Pero sé que puedo hacerle frente. Sé que lo haré y saldré ganando. Pero sé que te necesito cerca. Que me agarres al caer. Que te vea cuando me aleje. Pero necesito verte. Sabrer quien eres. Saber cómo eres. Notar tu piel y distinguirla entre otras. Perderme en tus ojos. Besar tus labios. Sentir tu abrazo y echarlo de menos.
Pero sé que la vida da muchas vueltas. Que ahora no te veo pero ya lo haré. Que algún día nos perderemos por las calles nubladas de Londres. Que me hablaras en francés cuando te lo pida. Que por la noche me acariciarás el pelo. Que me besarás al levantar. Que me perderé entre tu anatomía. Que el centro de mi mundo estará en alguna parte perdida de tu cuerpo. Que me recuperaré de las heridas del viaje con tu tacto. Que me calentarás los pies cuando haga frio. Que soportaras mis pequeñas virtudes y mis grandes defectos. Que tomaremos el café acurrucados bajo dos mantas. Una de estrellas y la otra de lana. Que la Luna te iluminará la esplada cuando me beses por la noche.
Son sólo ilusiones, sueños pero sabes que es todo lo que necesito. Poruqe aunque de la ilusión no se vive, te hace la vida más llevadera. Poruqe tú de momento no puedes hacer que lo sea. Que aunque aún no te conozco sigo escribiendote. Sientiendome como un niño de quinceaños que se ilusiona con un amor platónico. Y escribo aunque no sabía que escribir. Y no escribía para ti. Pero la mente humana es así. Le das la libertad y te lo paga haciendote hablar de cosas que no sabías que necesitabas hacer. Pero ya me conocerás.
Descubriras que fallo. Que soy inseguro. Me pierdo con facilidad. Maduro como el que más a la vez que el mayor de los inmaduros. Serio y alegre. Prudente y descuidado. Ordenado y un desastre. Que a veces no callo y otras no hablo. Pero soy así. Incoherente. Sin autoestima. Sobrevalorado por la gente que me importa. Infravalorado por algunos. Pequeños remates que me hacen único, como tú.
Escribiría divulgando tus encantos pero no puedo. Poruqe todavía no te me has descubierto. Sigues en la penumbra. Susurrándome eso de je t´aime al oido. Muy bajito. Pero muy sólido.
Tal vez debería dejar de escribir porque corro el riesgo de que esto sea leido. De ser descubierto. Y es que nunca me gusto hablar de lo que siento y mucho menos escribirlo. Pero no puedo pensar. Mis ideas van a mis dedos sin pasar por mi cerebro. No lo proceso, ni lo pienso. Solo escribo. Intento no releer para no sentirme estúpido. Para no avergonzarme. Para no sentir esa ansiedad que se siente cuando coges a alguie por primera vez de la mano y temes que os vean porque para ti, en ese momento, es el más impuro de los actos. Con el tiempo descubrirás otros peores y perderas la vergüenza. Hasta cierto punto. Descubriras que dormin con alguien en la misma cama desnudos es el más impuro de los actos pero te sentirás agusto. Sentiras que has crecido. Y es que todos queremos crecer por el sexo. Pero no compensa si descubres que con él llegan las responsabilidades. Que una vez que lo descubres pierdes para siempre la inocencia. Y no hay vuelta atrás.
Pero cuando descubres a esa persona que hace que el corazón sufra de taquicardia cada vez que la ves pasar, asumes todas tus responsabilidades. Asumes todo lo que venga. No sólo por el sexo sino porue has descubierto a esa persona que pensabas sólo existía en los cuentos de hadas. A la persona con la que te dispones a pasar la mayor parte de tu vida.
Esa persona que te hará vivir momentos preciosos pero te hará llorar. Yo sólo quiero que me hagas llorar para que me consueles. Para dormir entre tus brazos. Para hacerme una fortaleza entre ellos y que nada pueda pasarme allí. Para conquistarte a besos. Para ponerme meloso entre ellos sin sentirme débil por ello. Para que me deleites con versos de esos de película que en otros momentos sonarían estúpidos. Para que me defiendas de los monstruos.
No te pido amor eterno ni incondicional. No quiero ser tan egoista. Te dejaré ver a otros. Que los esposes al cabecero de la cama. Pero quiero pedirte que solo me ames a mi. Juega con ellos y diviertete. No creo en el amor. No en el amor que la sociedad nos ha enseñado lo que es. Creo en otro tipo de amor. Más dificil. Más bonito. Más sincero. Más duro aunqeu valga la pena llorar por él. Pero al fin y al cabo amor.
No sé abrazar sin sentirme incómodo. Asi que tendrás que enseñarme. Y si dicén que el amor es duro conmigo mil veces más. De pequeño me enseñaron a compartir los juguetes, las chucherías y el dinero. Pero no me enseñaron a compartir ni expresar sentimientos. Tendrás que enseñarme. Dárme clases de apoyo. Pues auqneu soy listo no lo soy tanto. Y quiero ponerme al día en eso de saber querer.
Tengo que pedirte que no tardes mucho más en aparecer. Porque aún soy muy jóven te necesito a mi lado. Necisto que tu olor me recuerde que estoy protegido por alguien. Necesito sentir la seguridad que sólo alguien como tú puede darme. Y aún no te conozco.
No soy muy exigente. No escribiré una carta como los niños de Mery Poppins con todo lo que desearía que tubieras. Tan sólo te pediré cariño y comprensión.
Perdoname cuando te haga daño y sé que te lo haré aunque no lo quiera. Pero a veces hago sufrir a las personas que más me quieren sin motivo ninguno. Pero soy así me alejo cuando quiero acercarme. Ya me han hecho daño alguna vez. pero perdono facilmente (tal vez demasiado facil) pero como dijo Ruíz-Zafón "lo bueno de los corazones rotos es que solo pueden romperse una vez, el resto son rasgullos".
Caminaré en tus zapatos aunqeu me hagan heridas. Pero de vez en cuando camina tu en los mios. No dirás que no te aviso. Soy dificil. Pero intentaré hacerme más fácil si así estas cerca de mi.
Empecé diciendo que no sabía de que escribir. Ahora que ya sé lo que escribir me deja la inspiración. Las palabras ya no afloran por si solas. Asi que tendre que citar a Neruda y decirte que puedo escribirte los textos más tristes esta noche. Escribir por ejemplo que ya no la tengo. Aunque para el caso no nos sirve porque nunca te he tenido. Puedo esperar que venga esa voz estraña que me dice sin decir lo que escribirte. Pero estoy escuchando a Christina Rosenvinge asi que si viene a susurrar tal vez no la oiga. Tal vez me este susurrando a voces. Por mucho que ahora intento escucharme no puedo y solo se me ocurren imagenes prototipicas de noches de luna llena, con la temperatura perfecta al lado de un lago. Pero son escenas que no me gustam escenas que no quiero para mi en el futuro contigo.
Es hora de empezar a despedirse poruqe no son horas para andar escribiendo cosas como estas. Tan personales. Tan sentimentales. Tan impopias de mi como un achucón a una persona a la que amo. Que mañana hay que madrugar y no tendré tiempo para enfrascarme en cartas como esta. Que mañan la leeré y me parecera estúpida. Me sentire enfermo por escribir estas cosas. Me sentiré débil y magullable. La única forma de no sentirme asi es estar entre tus brazos. Pero no estas. No puedo fundirme entre ellos con la ilusión de que nada de lo que hay fuera de ellos me afecta. Asi que tendré que consolarme pensando que no habrá mucha gente que lea esto. Que es muy largo y la gente de hoy en día no tiene tiempo para estas niñeces. Y es que hoy en día nadie tiene tiempo para nada. Ni yo mismo. Aunque cuando te presentes pararé el reloj. Así no podremos contar las horas que estamos juntos. Poruqe eso dará igual.
Si la gente dice que es dificil declararle el amor a una persona que prueben a hacerlo a alguien a quien aun no conocen, o con alguien con quien no se esperan tener una de esas historias tan bonitas. Es diez veces más dificil. Y si encima no sabes que poner pero te lias a escribir sin pensar y sin saber que estas escribiendo más dificil todavia. Esto empieza a parcerse al "que apostamos" y Ramonchu y Ana García Obregón nunca han sido referentes para mi. Asi que es el momento antes de que esto siga empeorando y acabe con el azucar por las nubes de dejar de escribir. Y ya me duele el cuello y se me cansa la vista. Asi que parezco diez años más mayor. Y quiero conservarme infinitamente guapo (bueno hasta el infinito que puedo ser de guapo sin hacerme varias operaciones estéticas) para los momentos que comparta contigo. Para las fotos atipicas en la vida real pero recurrentes en las series de televisión de la parejita abrazada enmarcada en un marco de plata. Para cuando me presentes en familia. Para los videos de bodas, bautizos y comuniones. Para que te sepas mi anatomia facial como el abecedario (a,b,c,d,e...). Para chocar nuestras narices cuando estemos románticos. Para que te enamores de mi a primera vista y asi no te de tiempo a descubrir mis fallos de imprenta. Y sobre todo para ti.
Los cuatro angelitos que cuidan mi cama empiezan a dormirse y les molesta el sonido del tecleo asi que es la hora de decir hasta pronto, hasta que este entre tus brazos.
martes, 25 de agosto de 2009
I tell myself
Dícen que enamorarse es dar sin medida. Es sentir mariposas en el estómago. Sentir que en el mundo solo existe la otra persona, perder el apetíto, vivir en un continuo embotellamiento que hace que nos apartemos de nuestras obligaciones diarias y nos veamos obligados como en su dia canto alguien a déjarlo todo si nos lo pide.
Es decir nuestras habilidades cognitivas y nuestras funciones sociales ( y en algunos casos también las funciones vitales) asi como nuestro estado emocional sufren graves cambios. Haciendo caso a esto enamorase se parece más a un cuadro de enfermedad socio-mental que a ese estado de eterna felicidad que nos venden los cuentos de hadas. No existe la felicidad eterna. No se puede ser feliz siempre. Necesitamos sufrir para aprender a ser felices. Y enamorarse no encaja precisamente con lo que yo entiendo por felicidad.
Si te enamoras de alguien sufriras.Sufriras si ves a la persona amada con alguien que no eres tú. Sufriras si no puedes decir si estas enamorado, porque eso nunca se sabe. Hasta que se sabe. Sufriras hasta que sepas si eres correspondido. Sufriras si lo eres y si no. Sufriras celos. Sufriras desamor tarde o temprano.
Aunque es cierto que también tendrás buenos momentos. Pasaras momentos inolvidables con la persona a la que amas. Tendrás escenas de amor eterno. Escenas de plena entrega. Escenas que no podrás olvidar nunca, para bien o para mal. Estos momentos son los más peligrosos porque corres el riesgo de olvidar que se puede sufrir. Que enamorarte te hará daño pero que te enamoras porque los seres humanos somos imperfectos. Incompletos. Necesitamos a alguien que nos complemente, alguien que nos haga recordar todos los días de nuestra vida que somos especiales. Que no somos perfectos pero si somos especiales, al menos para otra persona, al menos por un tiempo. O al menos eso queremos creer.
No sé si esto ya lo leí en algún sitio, o si lo escuche en alguna canción de algún grupo afín a los cuarenta principales. Tal vez me lo halla inventado. Pero si no es así, y aunque lo sea hace que seamos más consciente de que no somos los únicos que sufren desamores y amores. Que no somos ni los primero ni los últimos que lo harán. Que compartimos las mismas emociones con muchas personas que hoy por hoy sufrén de amor o desamor. Que no estamos sólos. Que no fue el fin del mundo, ni lo será. Que todos tenemos la fuerza suficiente para levantarnos cuando las cosas no marchen bien. Que somos únicos y especiales. Que contamos con gente dispuesta a estar ahi...
Como dijo Lucía Etxebarria "Ya no sufro por amor". Por lo menos no tanto. O por lo menos lo
intento.
Pequeño texto:
No sé porqué me torturo viendo fotos tuyas una y otra vez. Mirando fotos que me hacen recordar otro tiempo en le que compartimos algo. O tal vez no, porque nunca me dejaste nada claro. Era más fácil esconderse. Negar lo que se siente. Siempre es más fácil ocultar la verdad que enfrentarse a ella. Pero yo tiempo ha deje de jugar al escondite y meter mis sentimientos en una botella y lanzarlos al mar no es algo que me guste hacer.
Pero he de reconocer que tenías razón, es más fácil esconderlo, sino mírate tú. Hace tiempo que olvidaste todo lo que sentías por mi. Hace tiempo que no llamas ni piensas en hacerlo. Sin embargo yo, que nunca lo negué, sigo atormentándome pensando en ti como hago todos los veranos desde aquel verano. A veces me sorprendo hablándole a la gente de ti. Otras me sorprendo abrazado a un cojín, lo cual es estúpido porque ni me lo regalaste tú ni lo has visto en tu vida. Ni lo verás. Pero si el enamoramiento se caracteriza por algo es por ser estúpido y yo debo estar en el grado más profundo de enamoramiento, porque cada día que pasa o cada vez que me descubro pensando en ti, me siento la persona más estúpida del planeta.
Pero como dijo Ruiz Zafón “lo bueno de los corazones rotos es que solo pueden romperse una vez. El resto son sólo rasguños” y yo para eso ya estoy curado de espantos. Cada vez que tú me hablas me duele algo dentro. Es como una cicatriz que sigue abierta. Una cicatriz de una herida que dolió terriblemente. Pero que por suerte ya no es herida y le he puesto un montón de parches para que no se abra otra vez. Porque no me apetece. Porque ya me dolió una vez y no quiero repetir la experiencia. Pero que sé que soy humano y cometo siempre los mismos fallos y sé que algún día esa herida volverá a hacerse. Tal vez no de la misma forma. Pero si por una causa parecida. Y es que sé que algún día volveré a dejar que alguien entre tan dentro de mi como tú estuviste y me haga el mismo daño que tú. Pero que le voy a hacer. Al fin y al cabo la vida es arriesgar y quien no arriesga no gana. Y creo que a mi ya me toca ganar algo después de tanto disgusto.
He intentado caminar en tus zapatos. Lo he hecho. He andado 1 kilómetro con ellos, pero no te comprendo. No se seguirte. Me he hecho heridas en los pies por tu culpa. Pero me sigue siendo muy difícil ponerme en tu lugar.
Hoy ha hecho una de esas noches que a mi tanto me gustan. El cielo estaba nublado pero la temperatura era buena. Esas unas de esas noches en las que me gustaría estar en la terraza acurrucado con una taza de alguna infusión envuelto en una amanta y apoyado en ti. Todo eso ha salido como esperaba excepto por una cosa que no estabas tú que eres la parte más importante de esas escena, y durante un tiempo también lo fuiste de mi vida. Pero ahora todo eso paso.
No sé porqué pero sigo subiendo tus visitas en el perfil mientras mis ganas de olvidarte van desapareciendo con cada visita más. 421,422,423....
Pero he de reconocer que tenías razón, es más fácil esconderlo, sino mírate tú. Hace tiempo que olvidaste todo lo que sentías por mi. Hace tiempo que no llamas ni piensas en hacerlo. Sin embargo yo, que nunca lo negué, sigo atormentándome pensando en ti como hago todos los veranos desde aquel verano. A veces me sorprendo hablándole a la gente de ti. Otras me sorprendo abrazado a un cojín, lo cual es estúpido porque ni me lo regalaste tú ni lo has visto en tu vida. Ni lo verás. Pero si el enamoramiento se caracteriza por algo es por ser estúpido y yo debo estar en el grado más profundo de enamoramiento, porque cada día que pasa o cada vez que me descubro pensando en ti, me siento la persona más estúpida del planeta.
Pero como dijo Ruiz Zafón “lo bueno de los corazones rotos es que solo pueden romperse una vez. El resto son sólo rasguños” y yo para eso ya estoy curado de espantos. Cada vez que tú me hablas me duele algo dentro. Es como una cicatriz que sigue abierta. Una cicatriz de una herida que dolió terriblemente. Pero que por suerte ya no es herida y le he puesto un montón de parches para que no se abra otra vez. Porque no me apetece. Porque ya me dolió una vez y no quiero repetir la experiencia. Pero que sé que soy humano y cometo siempre los mismos fallos y sé que algún día esa herida volverá a hacerse. Tal vez no de la misma forma. Pero si por una causa parecida. Y es que sé que algún día volveré a dejar que alguien entre tan dentro de mi como tú estuviste y me haga el mismo daño que tú. Pero que le voy a hacer. Al fin y al cabo la vida es arriesgar y quien no arriesga no gana. Y creo que a mi ya me toca ganar algo después de tanto disgusto.
He intentado caminar en tus zapatos. Lo he hecho. He andado 1 kilómetro con ellos, pero no te comprendo. No se seguirte. Me he hecho heridas en los pies por tu culpa. Pero me sigue siendo muy difícil ponerme en tu lugar.
Hoy ha hecho una de esas noches que a mi tanto me gustan. El cielo estaba nublado pero la temperatura era buena. Esas unas de esas noches en las que me gustaría estar en la terraza acurrucado con una taza de alguna infusión envuelto en una amanta y apoyado en ti. Todo eso ha salido como esperaba excepto por una cosa que no estabas tú que eres la parte más importante de esas escena, y durante un tiempo también lo fuiste de mi vida. Pero ahora todo eso paso.
No sé porqué pero sigo subiendo tus visitas en el perfil mientras mis ganas de olvidarte van desapareciendo con cada visita más. 421,422,423....
miércoles, 12 de agosto de 2009
When
Désde que los Beatles cantaron aquello de "let it be" la frase se convirtio en un mantra. Cada vez que lo pasamos mal, cada vez que nos perdemos en el laberinto alguien suele venir a decirnos algo como "déjalo estar", "date tiempo" o "no le des tantas vueltas". Lo cierto es que si eso fuera tan fácil no existiría la psicología y los problemas del mundo desaparecerían de la noche a la mañana del mismo modo que lo hace el rocio.
Aunque déjarlo estar es siempre la opción más fácil acaba convirtiéndose en la más pesada. No se pueden arrastrar los sentimientos eternamente. No se puede huir de lo que se tiene. No podemos escondernos de nosotros mismos. Porque como dijo alguien alguna vez: ojalá fuera tan fácil deshacerse de los sentimientos.
Sé que no es la opción correcta, pero lo voy a dejar estar.
Aunque déjarlo estar es siempre la opción más fácil acaba convirtiéndose en la más pesada. No se pueden arrastrar los sentimientos eternamente. No se puede huir de lo que se tiene. No podemos escondernos de nosotros mismos. Porque como dijo alguien alguna vez: ojalá fuera tan fácil deshacerse de los sentimientos.
Sé que no es la opción correcta, pero lo voy a dejar estar.
jueves, 6 de agosto de 2009
Lose My Breath
Puede ser que el calor del verano me reblandezca el cerebro y me haga pensar más lento. Puede ser que al no tener la rutina de pensar todos los días al igual que durante el curso haga que discurrir me cueste más. El caso es que me siento pesado, como en un largo letargo, en un descanso que no corresponde con la epoca ni con mi estado anímico.
Después de 15 días perdido entre animales, plantas y scout vuelvo a la ciudad. A una ciudad a la que siento que no pertenezco. Me cuesta retomar el ritmo y las costumbres de una pequeña ciudad plagada de coches, gente y tiendas. Me cuesta levantarme por la mañana y no ver tiendas de campaña, sentir el alvoroto de la gente que corre a lavarse la cara por la mañana, las vacas pastando tan cerca de ti que casi parece una de esas peliculas que hablan del pasado. Pero creo que es normal. Vivir entre los extremos no es bueno.
También puede ser que le eche la culpa de la ansiedad a ese cambio y no al cambio que realmente me preocupa. Cambio de grupo. Descubro a gente nueva, nuevas formas de trabajar, nuevos scout. Pero dejo atrás una historia de 12 años. Tal vez sea una historia de amor porque para enamorarse no es necesario enamorarse de otra persona, tal vez solo sea necesario enamorarse de algo. Se acaban doce años intensos. De idas y venidas. Alegrias, ilusiones, desilusiones, amistad, aprendizaje. Se acabo. Es hora de empezar de cero. Ha llegado el cambio. Ha llegado el momento de explorar. Y aunque tenga el frontal en la cabeza dispuesto a darme luz para seguir en el camino no puedo dejar de mirar atrás. A ese sitio dónde ya he estado y donde hay luz. No tengo que ponerla yo. Pero estoy seguro que alla donde voy hay luz. Hay gente que me ayudará a seguir. Que me hará ser feliz.
Pero seguiré añorando a mi familia, a la que no dejo atrás, a la que mantengo a mi lado.
Caminando por nuevos bosques.
Después de 15 días perdido entre animales, plantas y scout vuelvo a la ciudad. A una ciudad a la que siento que no pertenezco. Me cuesta retomar el ritmo y las costumbres de una pequeña ciudad plagada de coches, gente y tiendas. Me cuesta levantarme por la mañana y no ver tiendas de campaña, sentir el alvoroto de la gente que corre a lavarse la cara por la mañana, las vacas pastando tan cerca de ti que casi parece una de esas peliculas que hablan del pasado. Pero creo que es normal. Vivir entre los extremos no es bueno.
También puede ser que le eche la culpa de la ansiedad a ese cambio y no al cambio que realmente me preocupa. Cambio de grupo. Descubro a gente nueva, nuevas formas de trabajar, nuevos scout. Pero dejo atrás una historia de 12 años. Tal vez sea una historia de amor porque para enamorarse no es necesario enamorarse de otra persona, tal vez solo sea necesario enamorarse de algo. Se acaban doce años intensos. De idas y venidas. Alegrias, ilusiones, desilusiones, amistad, aprendizaje. Se acabo. Es hora de empezar de cero. Ha llegado el cambio. Ha llegado el momento de explorar. Y aunque tenga el frontal en la cabeza dispuesto a darme luz para seguir en el camino no puedo dejar de mirar atrás. A ese sitio dónde ya he estado y donde hay luz. No tengo que ponerla yo. Pero estoy seguro que alla donde voy hay luz. Hay gente que me ayudará a seguir. Que me hará ser feliz.
Pero seguiré añorando a mi familia, a la que no dejo atrás, a la que mantengo a mi lado.
Caminando por nuevos bosques.
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