martes, 24 de marzo de 2009
Con dos camas vacias
Responsabilidad. La palabra que más nos repiten.
No dejan de decirnos que seamos responsables de nuestros actos, nuestros actitudes o nuestro comportamiento. Responsabilizate.
Pero no es fácil. Hacerse responsable requiere muchas cosas. Perderte el ver un partido por la tele, quedar con determinada gente o hacer cosas que no te apetece hacer. Pero sobre todo requiere madurez y estabilidad.
Madurar duele... y mucho. Madurar es crecer, dejar de jugar, empezar a tener preocupaciones. En definitiva ser responsable.
No quiero ser responsable. No me gusta la palabra responsabilidad. No es fácil ser responsable. Pero es lo que toca, hay que crecer.
HAciendome responsable poquito a poco
lunes, 16 de marzo de 2009
Dancer in the dark
A veces me siento como bailando en la oscuridad. No sé muy bien hacia dónde ir para no chocarme, para no romper nada, mientras bailo a oscuras.
Como cuando de niños jugabamos a tinieblas, me paseo tanteando el terreno para no darme en la punta del dedo gordo y pasarme con ese dolor que te hacia estremecer hasta que se acabe el juego.
Asi que ando de puntillas, mirando entre los dedos, pero con mucho, mucho cuidado. No quiero tropezar y terminar el juego.
A tientas busco la luz, esperando que me ayuden a encontrar el interruptor. Mientras tanto no me muevo esperando esa mano que me indique por dónde seguir. Pero me entra el miedo y me pongo a temblar. Pero atiso una luz debajo de la puerta que me anima a seguir.
Pregunto y titubeas. Mirando por la ranura debajo de la puerta para encontrar una lucecita.
sábado, 14 de marzo de 2009
say it is posible
Si habéis visto "El club de los poetas muertos" recordareis como en una escena Robin William, subido en una mesa, les dice a sus alumnos:
"Me he subido a mi mesa para recordarme que debemos mirar las cosas constantemente de un modo diferente. El mundo se ve distinto desde aquí arriba. Si no me creen vengan a comprobarlo. Vengan. Vamos. Cuando ustedes crean que saben algo deben mirarlo de un modo distinto, aunque pueda parecer tonto o equivocado. Deben intentarlo. Cuando lean no consideren sólo lo que piense el autor, consideren lo que piensan ustedes. Deben luchar por encontrar su propia voz, y cuanto más tarde empiecen a buscarla, menos posibilidades tienen de encontrarla. No se limente a saltar como conejos, miren a su alrededor".
Subete a la mesa, o una silla, o dónde sea. Experimenta la sensación de cambiar tu persepectiva, aplicalo a tu vida.
Recuerda que no siempre tu postura o tu opinión es simpre la correcta o la mejor. Mira todo desde todos los ángulos. No te encierres en una esquina. Escucha a todos y respetalos. En definitiva vete siendo mejor persona, más feliz.
Subiendo a la mesa.
miércoles, 11 de marzo de 2009
They
Los antiguos indios americanos se rapaban la cabeza y enterraban el pelo para depurarse de su pasado y poder vivir el presente. Ojalá fuera así de fácil.
Intentamos vivir cada momento intensamente. Disfrutando de lo que tenemos. Pero en algun momento pasa algo y eso a lo que no le hubieramos dado importancia empieza a perseguirnos y no nos deja disfrutar.
Inentamos esconderlo, hacer como si no existiera y ese fenómeno que desencadenó nuestra situación actual se repite. Pero nosotros seguimos tragando, como si fueramos el váter. Tragamos, tragamos, tragamos y tragamos. Entre trago y trago seguimos disimulando como si no existiera eso que nos incomoda.
Pero llega un momento en el que el váter ya no traga más y se atasca. Entonces es como si fuera a explotar. Todos nosotros somos como el váter. Tragamos nuestra mierda y también la de los demás. Déjamos de ser váteres para ser volcanes a punto de entrar en erupción.
Cuando estamos saturados la erupción es evidente. Pero hay una forma de detenerlo. Consiste en hablar. Dejar de tragar y hablar. Aunque hablamso prácticamente desde el año en estos momentos se vuelve tan difícil que no sabemos hablar, no sabemos que decir. Pero si lo conseguimos la sensación de paz y tranquilidad es fantástica, indescriptible.
Conteniendo la erupción con todas mis fuerzas pero sin ganas de hablar.
martes, 10 de marzo de 2009
Me acurruco
Gritar. Gritar hasta quedarse afónico. Gritar con todas tus fuerzas aunque ni siquiera muevas la boca.
A veces gritamos nuestros miedos, nuestras expectativas, nuestros sueños. Pero no es un grito como el que conocemos. Es un grito que viene de dentro. De muy dentro. Más abajo de la garganta.
En realidad no sé muy bien de dónde viene. Sólo sé que aunque no pronuncie ni una palabra es el grito más intenso que jamás he dado, o por lo menos el más sincero.
Estos gritos sólo aparecen cuando estamos saturados pero no nos encontramos con fuerzas para contarle a nadie lo que necesitamos contar. Es en esos momentos cuando aprece dentro de nosotros un impulso, una fuerza que no pensabamos que existiera, que nos grita desde lo más profundo de nuestro ser.
A veces no nos descubre nada, pero la mayoría de las veces esa fuerza interna nos descubre el porqué estamos en la situación en la que estamos. Muchas veces no queremos escucharla y aunque sabemos que tiene razón y que sólo grita para ayudarnos, la ignoramos, la enterramos muy profundamente. En lugar de liberanos de la voz lo que provocamos es que nos grite más fuerte. Haciendo la situación insostenible.
Entonces por primera vez, abrimos la boca y gritamos con todas nuestras fuerzas. Pero esta vez gritamos para todo el mundo. Explotamos. Nos liberamos de esa odiosa vocecita interna. Nos dejamos en manos de los otros. Ahora ya no puedes hacer nada, no hay marcha atrás. Ya has confesado por muy malo que pueda ser el resultado.
Escuchando una voz que me grita desde dentro, pero sin gritar hacia afuera.
El equilibrio es imposible
Hace unos doscientos años un hombre llamdo Charles Darwing desveló al mundo el origen del ser humano y del resto de las especies. La palabra clave es evolución.
Doscientos años después sabemos una cosa, el hombre no sólo evoluciona como especie, también como persona.
Nuestras esperiencias, las personas a las que vamos conociendo, nuestro aprendizaje... todo nos hace evolucionar, nos hace cambiar. Cambiamos continuamente.
Hay dos tipos de cambios. Cambios buenos o cambios malos. La mayoría de las veces no somos nosotros los que elegimos como cambiar. De hecho ni siquiera sabemos que cambiamos, pero lo hacemos. A veces nos damos cuenta demasiado tarde de que hemos cambiado. Y es tan tarde que no hay vuelta atras.
Si alguna vez no te gusta como has cambiado, no lo dudes actua.
CAmbiando hacia una persona que no quiero ser.
Doscientos años después sabemos una cosa, el hombre no sólo evoluciona como especie, también como persona.
Nuestras esperiencias, las personas a las que vamos conociendo, nuestro aprendizaje... todo nos hace evolucionar, nos hace cambiar. Cambiamos continuamente.
Hay dos tipos de cambios. Cambios buenos o cambios malos. La mayoría de las veces no somos nosotros los que elegimos como cambiar. De hecho ni siquiera sabemos que cambiamos, pero lo hacemos. A veces nos damos cuenta demasiado tarde de que hemos cambiado. Y es tan tarde que no hay vuelta atras.
Si alguna vez no te gusta como has cambiado, no lo dudes actua.
CAmbiando hacia una persona que no quiero ser.
lunes, 9 de marzo de 2009
Save the last dance for me
Cansado de esperar. Cansado de buscar. Cansado de buscar porque ya no sé que busco. No sé qué es lo que quiero. Pero sé lo que necesito.
Necesito a alguien que me haga suspirar. Una persona que consiga que con sólo un milímetro de su piel se me estremezca todo el cuerpo. Alguien que me haga sentir estúpido cada vez que se me acerque o me hable. Alguien que sea mi centro de gravedad. Alguien que me quiera y a quien quiera. Alguien a quien sienta cerca aunque este a miles de kilómetros. Alguien que sea mejor que especial para mi, aunque tenga sus defectos y virtudes.
Pero por encima de todas las cosas alguien que sepa aguantarme porque no soy una persona fácil.
Sé que no debería escribir esto y que no es mi estilo pero necesito decirlo, necesito hablar y para eso cree este blog para hablar y que hablen.
Sintiendome tonto por escribir estas cosas.
cita:"¿y las bocas que no besan?¿No existen"
"y al respirar propongo ser yo quien ponga el aire"
miércoles, 4 de marzo de 2009
El indio
Segun James Matthew hay un país. Un país del que no exísten mapas, ni tiene una historia ni una literatura propia. De hecho ese país sólo existe en su imaginación y en la de unos pocos. Es el país de Nunca Jamás.
Allí sólo habitan niños. Los niños perdidos. Un país donde está prohibido crecer, que no madurar.
Para el autor esos niños eran los que se quedaban sólos, abandonados, sin nadie que les cuidára o les hiciera caso. En mi opinión Nunca Jamás debe ser inmenso.
Todos nosotros llevamos un niño dentro. Es esa voz que a veces se manifiesta y que nos hace disfrutar con las pequeñas cosas. El que nos hace que juguemos como si tuvieramos otra vez 5 años y el que disfruta viendo en la televisión "Barrio Sésamo" o cualquier otra serie del estilo.
A veces queremos crecer tan deprisa que enjaulamos a nuestro niño. Le encerramos en un sitio pequeñito donde no pueda molestarnos. Donde nos deje hacer nuestro trabajo en paz. Le encerramos y tiramos la llave al mar.
Por suerte siempre hay alguien buceando dentro de nosotros que encuentra la llave y libera al niño. Alguien a quien estaremos eternamente agradecidos porque de alguna forma nos ha hecho volver a sentirnos vivos.
Buscando llaves para poder volar con mucha gente a Nunca Jamás.
You will never walk alone
Siempre nos han contado que si deseamos algo con mucha fuerza, con todas nuestras fuerzas lo que deseamos se nos cumplirá. Eso nos lleva a engañarnos, a crearnos falsas expectativas.
Desde que tenemos capacidad de desear nos creamos espectativas. Espectativas que se cumplirán en el mejor de los casos. Pero lo cierto es que no siempre se cumplen, por mucho que apretemos los puños y lo deseemos con todas nuestras fuerzas no siempre se cumplen.
Creamos expectativas sobre todas las cosas. Nuestros estudios, el trabajo, las relaciones, de nosotros mismos. Estas últimas siempre son las más díficiles de cumplir. Nos exigimos mucho. Esperamos mucho de nosotros, a veces, tal vez demasiado. Fracasamos mil veces. Nos sentimos derrotados y perdemos las ganas de seguir, sólo queremos apartarnos de la vista y dejar que todo surja. A veces también las expectativas que teníamos sobre los otros no son lo que esperabamos.
Pero a veces el no conseguir que se cumpla lo que esperabamos puede ser lo mejor que puede pasarnos. Es cierto que estaremos avatidos y sin ganas de nada, pero cuando pase la tormenta y las nuves nos dejen ver el sol, nos daremos cuenta que el no llegar a la meta no significa fracaso, significa aprender. Significa que aunque no saquemos nada en claro y estemos tan confundidos como aquel al que le toca la loteria hemos aprendido. Hemos crecido. Hemos mejorado.
Ya sabemos lo que es fracasar, pero sin fracasar jamás podríamos aprender.
Tropezandome mil veces con la misma y con distintas piedras.
lunes, 2 de marzo de 2009
Ti ti ti titubeas
Esperamos. Siempre esperamos. Esperamos los viernes, esperamos el bus, que llegue la hora a la que hemos quedado. Esperamos todas esas cosas pero sobre todo, esperamos a que llegue la persona ideal.
Se nos presentan ocasiones, conocemos a muchas personas con las que podiamos compartir todo lo que tenemos, pero nuestra respuesta es siempre la misma. Estamos esperando.
Esa espera nos hace vivir eternamente tullidos y magullados emocionalmente. Emocionalmente nos pasamos la vida magullados. Lamentandonos de nuestro dolor pero sin ganas de remediarlo, poruqe siempre rechazamos cualquier ayuda que nos pueda ser ofrecida.
Pero si cambiamos nuestra posición y en vez de decir que esperamos, empezamos a decir que estamos buscando nuestra vida cambiará radicalmente. Ya no dejaremos de ser unos tullidos, seremos personas fuertes.
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